Hace 20 años nos decían aquello de que "la justicia va a dejar de ir en un 600 para ir en un Mercedes".
Aquella frase tan "revolucionaria" prácticamente lo único que supuso fue la eliminación del papel de calco y la Olivetti de nuestra administración. Pero continuamos en una administración decimonónica, elitista y con una estructura blindada.
Hoy 2 décadas más tarde, la Dirección General no parece que esté queriendo aprovechar esta oportunidad de oro para dar un golpe sobre la mesa y demostrar que la justicia importa. Para poner de manifiesto que los impuestos de los ciudadanos son para además de tener una educación y una sanidad de calidad, también lo son para tener una justicia digna, dotada de recursos tanto materiales como personales.
Pues bien. Hoy jueves día 13 de marzo esperamos que no pase a la historia por ser el día en que la en la Administración de Justicia de nuestra Comunidad, cambió todo para que todo siguiera igual.
Y es que se nos ha citado para ofrecernos un proyecto de tribunal de instancia de mínimos, donde la Administración no ha sido capaz de explicarnos los motivos por los que no se podía crear el modelo de tribunal de instancia que estábamos proponiendo, más allá de que no hay presupuestos. El problema es que esas excusas no nos sirven, sobre todo cuando nuestras propuestas no suponen prácticamente ningún coste económico (más allá de la deuda que tienen con todos nosotros de casi 300€ al mes por su incumplimiento con el acuerdo de legislatura de equiparar nuestro complemento específico a, cuanto menos, la media nacional). Propuestas que además de dar la mínima seguridad jurídica que nuestro colectivo se merece a la hora de desarrollar su trabajo, permitiría un gran grado de especialización en determinadas materias, lo que conllevaría a un aumento en la calidad y la cantidad de trabajo que seríamos capaces de desarrollar.
El Ministerio vende una burra a la opinión pública, hablando de que este nuevo modelo organizativo va a ser lo más "revolucionario" de los últimos 100 años, sólo comparable con la cadena de montaje presentada por Henry Ford allá por el año 1.908. Y en cambio en la práctica lo que se pretende es que un mismo funcionario esté prestando servicios en un centro de destino sin áreas, sin equipos y con la única garantía de que la forma de trabajar en Alcoy va a ser totalmente diferente a la forma de trabajar en Ontinyent. Porque al final todo va a quedar en manos del LAJ Director de turno y lo "creativo" que quiera ser para realmente organizar el trabajo de una forma efectiva y eficiente o por el contrario, no quiera complicarse la vida y que todo siga como siempre. El día menos pensado volvemos al papel de calco y sus señorías empiezan a ponerse pelucas en las salas de vistas.
A la vista de lo que hemos escuchado hoy, no confiamos mucho en ello, pero solicitamos a la Administración autonómica que reconsidere nuestra propuesta. Que no se conforme con aplicar los modelos de referencia del Ministerio. Que de una vez por todas, ahora que en el diseño de los tribunales de instancia no hay injerencias del Ministerio al ser una potestad exclusiva de la Comunidad Autónoma, se apueste por invertir en la Administración de Justicia, creando los servicios comunes, las áreas y los equipos dotados de personal suficiente para afrontar la inasumible carga de trabajo que actualmente soportamos y que dé la seguridad jurídica y la especialización que nuestros funcionarios y la administración de justicia se merecen.
De momento el único compromiso al que hemos llegado es a ser nuevamente convocados para que nos digan si en lugar de "destruir" lo poco que había de NOJ, se pueden mantener los SCAG que ya están creados.
Os adjuntamos a continuación cuáles han sido nuestras alegaciones y nuestra propuesta de tribunales de instancia. Tampoco pedíamos tanto.....