Los economistas sitúan la pérdida del poder adquisitivo en torno al 20% porque la reducción de costes está descompensada por el bajo número de cotizantes.
El retraso de la edad de jubilación devalúa aún más las ya de por sí paupérrimas pensiones. Eso es lo que creen en su mayoría los técnicos consultados, que sitúan la pérdida del poder adquisitivo en torno al 20%.
La reducción de los costes respecto a los beneficiarios no va aparejada a un crecimiento del número de cotizantes porque están paralizadas las contrataciones, y así lo entienden la mayoría de los economistas. Al aumentarse el número de años para el cálculo de la base y no incrementarse el de cotizantes, disminuye el coste de la pensión respecto a los beneficiarios, pero no mejora el grupo de los que aportan.