Hace unos días os informábamos de las leyes que el gobierno prometía sacar en septiembre, y de muchas otras que iban a quedarse en el tintero. Muchas leyes paradas, y ni siquiera la seguridad de que podrán ver la luz las que el Gobierno prevé para este otoño.
El adelanto electoral se lleva por delante las promesas que el Ministro de Justicia hizo sobre la reforma de la justicia: la ley de Enjuiciamiento, la agilización de los juzgados, la ley Concursal, la de Mediación o la de Justicia Gratuita, o la renovación del Tribunal Constitucional se quedan en el tintero. Y en tres meses, con la campaña de por medio,todas las fuentes descartan ya que puedan ver la luz.
Pese a las promesas de Francisco Caamaño, el gran proyecto de la reforma de la ley de Enjuiciamiento criminal, norma que data de 1882, se ha quedado en aguas de borrajas, pese a que el ministro se la planteó como uno de sus retos de máxima urgencia y necesidad. Presentó un anteproyecto con algunas reformas, varias no exentas de polémica, y en julio el Consejo de Ministros le dio el visto bueno. Ahora, es una vez más la justicia la niña fea del baile; y todas estas leyes peligran. Eso sí, más vale que algunas ni salgan a la luz, porque las pensadas con los pies, mejor es que queden en un cajón; y que los politicos se preocupen de solucionar de verdad los graves problemas de la justicia.